Buenas Secret Adict@s,
No sé si os habéis dado cuenta, pero desde hace poco el blog cuenta con otra categoría más, la de 'Gastro' y diréis, 'Madre mía esta chica sirve para todo, habla de todo y ahora un tema más que hablar'. Pues sí, a mí la gastronomía me encanta, ya sabéis que soy de buen comer y quería dar un cambio más al blog y aparte, me han dado esa oportunidad, la voy a aprovechar.
Varias veces he publicado alguna información de restaurantes, pero muy pinceladas, pero como a mí me gusta la buena comida, la buena cocina y lugares con encanto, a partir de ahora os voy a mostrar otro secreto mío.
Hace unos días tuve el placer de cenar en un sitio increíble, en un entorno muy especial y rodeada de gente maravillosa, porque aunque no les conocía, sentí una sensación de bienestar que pocas veces tengo y claro, eso juntado con el lugar lo tenía todo.
El sitio escogido fue el Restaurante NORMANDIE ONDARRETA, situado en la Carretera de Burgos, km 36, un restaurante de estilo Normando, donde estaba cuidado al máximo detalle, con rincones muy acogedores, salones con chimenea esas comidas y cenas de amigos que suelen durar y durar; momentos en los que fuera llueve o nieva y no importa, porque uno está dentro, al calor de la chimenea y degustando sus principales platos, de lo más apetitosos.
Un lugar que nada más bajarte del coche sientes que has ido al lugar correcto y es que Normandie Ondarreta cuenta con salones privados (se celebran bodas, celebraciones especiales,comuniones, bautizos...), una terraza climatizada, un porche y una zona chill-out entre otros.
El toque que hace que sea un sitio entrañable es que está rodeado de naturaleza, eso de no estar escuchando ruido, hace que sea único, con jardines de lo más espaciosos, para relajarse y disfrutar. Aunque a simple vista lo veamos más clásico, tiene mucha esencia y eso hace que guste a los clientes.
A mí me recuerda a esas casas grandes de madera y piedra de las películas, con vigas de madera, muy campestre, en medio de la nada, con jardines,cristaleras grandes y con utensilios que cuelgan de las paredes, no sé, me sentí como en casa, con la sensación que la noche no se acabara nunca y la comida tampoco jejeje.
Es que ya son más de 50 años desde que nació, de la mano de Félix Ruiz, que en sus inicios, antes de montar el Grupo Ondarreta estuvo trabajando de barman en su ciudad natal, Bilbao y cuando llegó a Madrid también estuvo un tiempo dedicado a este oficio.
Fue en el año 1998, cuando adquieren el restaurante Normandie y le dan otro aspecto, pero manteniendo el espíritu normando y dándole un punto de cocina vasca hasta hoy conocido como Normandie Ondarreta, donde se puede celebrar todo tipo de acontecimientos.
A partir del año 2000 es cuando los hijos del fundador toman el mando, actuales gerentes, donde abrieron nuevos establecimientos, los cuales contamos hoy en día con Ondarreta Las Tablas y el Pabellón Ondarreta, además de Normandie Ondarreta.
Como os decía, el restaurante es muy acogedor y todos los platos que degustamos nos dejaron asombrados. Unos platos con productos de gran calidad, buen precio, pero el sabor y la delicadeza con la que están preparados, no os podéis imaginar, sólo os puedo decir que estaba buenísimo todo.
Soy una persona que le gusta todo, así que lo primero comenzamos por los entrantes, donde escogimos:
-Paté de perdiz al Armagnac, junto con mermelada casera, acompañado de unos pepinillos y tomates cherry. Para poder degustarlo, nos trajeron pan de molde tostado, un placer para nuestro paladar.
-Canutillo de queso brie y sobrasada,la parte del hojaldre estaba cubierta con miel, todo un gusto. El queso brie es de mis favoritos y aunque hay gente que no le gusta la sobrasada, con el queso le da un toque ligero de lo más gustoso. Pedimos para compartir y a todos nos encantó.
-Alcachofas a la plancha en flor con AOVE, qué ricas estaban y muy originales en forma de flor. Un poco de aceite de oliva virgen por encima, a la plancha, muy sanas y nutritivas. Estaban muy jugosas y blanditas.
-Ancas de rana, que nunca las había probado me llamó la atención y os puedo asegurar que estaban buenísimas. Sabían como a pollo y llevaban especies y limón, para aquellas personas que quieren darle otro sabor, pero yo decidí no echarle limón, más buenas aún.
Como plato principal pedimos el Solomillo Wellington, que no os podéis hacer una idea como estaba, se deshacía la carne en la boca. No en todos los sitios encuentras este plato, me pareció increíble y que me lo podía haber comido entero jeje. Estaba delicioso, en su punto, exquisito.
Para los que no lo sepáis,lleva paté y envuelto en hojaldre. Una vez doradito, se saca del horno y se corta en rodajas. En este caso creo recordar que llevaba una salsa de espinacas, que estaba muy rica como acompañamiento.Sin duda el plato estrella de la noche sin menospreciar el esperado postre.
Para el postre siempre hay hueco, eso decimos todos y no podíamos irnos sin degustar sus famosos Crepes Suzette, ay por favor, si cada vez que lo recuerdo se me hace la boca agua. Como para no gustarte, ya que los preparan ante tus propios ojos, lo va viendo como lo hacen, todo un espectáculo digno de ver. Lleva mantequilla, azúcar, puedes echar zumo de naranja o mandarina. Lo flambean y listo al plato, junto con un helado de vainilla. Un postre para ver y comer, cerrar los ojos y solo pensar en el sabor que tiene, nada más.
Para mí fue un sitio de 10, ambiente muy bueno, muy acogedor, el servicio increíble, con una atención de lo más cuidada, todo limpio y bien cuidado, la comida espectacular. Sin duda un lugar al que volveré, seguro que con mi hijo y familia, porque he visto que tiene un parque infantil, así que aprovecharemos la ocasión y por supuesto, lo recomendaré a mis amigos y conocidos.
Normandie Ondarreta, calidad y precio juntos de la mano. Se come muy bien, que es lo importante.
Muchas gracias por los comentarios :).
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