Buenas Secret Adict@s,
No sé por qué pero últimamente me estoy volviendo muy sibarita. Me gusta comer, pero desde hace poco mis gustos han cambiado y a la hora de buscar un restaurante miro no sólo el aspecto del mismo, si está situado en un lugar fácil de aparcar, si es acogedor, si tienen buen servicio; también miro su carta, si van a tener platos según mis gustos.... Un restaurante que lo reúne todo es OCCHIALI, de la mano del Grupo Ottica. ¿Qué tiene?
Tiene una situación muy buena, cerca del Metro Alfonso XIII, situado en la Calle Sánchez Pacheco,84 en Madrid; entre zona empresarial y residencial; para aparcar estupendo y eso hace mucho también y es que por la zona no hay nada igual y nada más verlo te llama la atención.
¿Su interior? Como si estuviéramos en una zona tropical, donde sus plantas cuelgan del techo; techo y suelo de madera, muy vanguardista, pero al mismo tiempo un aire romántico y especia. Sin duda muy acogedor y su carta te pone con los 5 sentidos en la mesa.
El local es amplio, buen ambiente, muy luminoso y eso que disfruté de una agradable cena, así que a la hora de la comida tiene que ser más espectacular entrando por sus cristaleras toda la luz diurna.
Entre los que fuimos pedimos varios platos para compartir y poder probar un poco de todo, para así no quedarnos con las ganas y disfrutar de lo máximo posible.
Disfrutamos de una gastronomía mediterránea con toques internacionales, sin perder el sabor español, de nuestra tierra que tanto nos gusta, pero ese toque tropical, picante, esa explosión de sabores hace que el paladar se rinda ante cada plato.
Nos trajeron Croquetas de Steak Tartar, ¡qué maravilla! Se deshacían en la boca, muy buenas. En este formato nunca lo había probado,así que sin duda repetiría.
A continuación Croquetas de Kimchi, con atún rojo y alga wakame, para chuparse los dedos. Si me hubieran dejado me las habría comido todas. También probamos las Gyozas de pollo, que son como unas empanadillas japonesas, pero venían con panceta confitada y salsa hoisin de frutos rojos. De pensarlo se me hace la boca agua.
Pasamos a las Albóndigas de Rabo de Toro. Si os gusta el sabor intenso que tiene esta carne, las albóndigas os van a encantar. Venía con su salsa y puré de patata trufado, de toma pan y moja, os lo aseguro. ¡Estaban muy jugosas!
El siguiente plato me encantó, eran unos Niguiris de Steak Tartar. La base es una patata crujiente, encima el steak tartar y el huevo de codorniz, una mezcla explosiva, donde no se perdía el sabor de ningún ingrediente.
Probamos también el Tartar de Salmón, que venía con sus patatar fritas cortadas en daditos, huevo de corral y chili chipotle. ¡No pica! Solo te deja un gustillo, que si aguantas el picante, vamos, ni lo notas.
Las pizzas, ¡ay mamma mia! Estaban tan ricas, que se deshacían en la boca. Las que probamos fueron la de carrillera ibérica, con su bechamel trufada,queso parmesano, orégano fresco y carrillera guisada y la de burrata, que lleva queso mozzarella, tomate fresco, aceite de albahaca,burrata y confitura de calabaza. ¡Madre mía cómo estaban! ¿Lo bueno? No llenan nada, sabor auténtico.
Y como guinda del pastel, los postres y qué postres tomamos, lo mejorcito de allí, donde Occhiali ha introducido el postre estrella, la irresistible pizza de Nutella y Oreo. Sí, como lo lees, lo tiene todo. Si te gusta esta mezcla, deja hueco para el final, no te defraudará. También probamos el tiramisú con base de donuts. Éste me llenó un poco, pero estaba muy rico.
Sin duda es un restaurante que volveré, porque ya lo tengo en mi lista de favoritos. Ya sea en pareja o con amigos, hay que ir. Sólo deciros que cierra los domingos tarde-noche y los lunes tarde-noche y el precio medio por persona ronda los 25-35€ persona, muy asequible.
A mí me conquistó y ¿a ti?
Muchas gracias por los comentarios :).
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