Mi marido tiene un gusto exquisito y para la ocasión me regaló este pedazo reloj y pulsera de cerámica negra, ambos de la marca Festina.
Esto no es lo único ni último. Aparte me regaló este maletín de ejecutiva agresiva (jeje) para ir al trabajo.
Por último me invitó a cenar en un restaurante de Madrid llamado Atelier Belge. El sitio es estupendo y la comida ni os cuento. Salí llena, pero con la sensación de haber cenado lo mejor. Nada más entrar nos dieron una copita de champán con unas aceitunas belgas. Más tarde nos trajeron una mantequilla al tomillo que estaba de maravilla.
De entrante pedimos unas croquetas de quisquillas belgas y mejillones (traídos de Holanda), con una salsa de cebolla y apio, que estaba para chuparse los dedos jeje.
Para compartir pedimos Raya a la mantequilla negra y alcaparras y Onglet con patatas y cebollas. De postre arroz con leche belga y tarta de azúcar caramelizada.
Creo que con lo que os he contado os habrá abierto el apetito ¿no? :)
Así que si tenéis la oportunidad de ir, no la dejéis escapar.
Os dejo una foto del restaurante.
¿Qué os ha parecido mis regalos?
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